Baldomera O’Gorman: La primera hincha femenina de San Lorenzo

En la década de 1930, las mujeres ya habían conquistado su espacio en las tribunas del fútbol argentino. En el legendario Gasómetro de Avenida La Plata, San Lorenzo reservó una sección exclusiva para el público femenino, ubicada frente al alambrado olímpico, brindando cierta protección ante la euforia de la popular. Sin embargo, su entrega y su pasión no diferían en nada de la del resto de la hinchada: gritaban, alentaban y sufrían cada jugada con el mismo fervor azulgrana. Desde sus primeros años, la presencia femenina fue un pilar fundamental en la vida del club.

Las mujeres acompañaban a los exalumnos de la Liga Don Bosco y premiaban a los vencedores de los partidos con ramos de flores. En aquellos tiempos, San Lorenzo comenzaba a forjar su identidad y entre la multitud femenina destacaba una hincha por sobre todas: Baldomera O’Gorman, símbolo de la hinchada azulgrana en esa época dorada.

EL PRIMER SUPERCLÁSICO CON MUJERES EN LA CANCHA, SE DIO EN EL VIEJO GASÓMETRO.
FUE EL 11 DE ENERO DE 1936 QUE CONTABA UN PALCO EXCLUSIVO PARA MUJERES.

Baldomera, más conocida como “La Negra Petronila”, nació y creció en el barrio de Monserrat y se convirtió en socia del club con el número 2754. Su presencia en el antiguo Gasómetro de Avenida La Plata era inconfundible. Siempre vestida con los colores azul y rojo, llevaba consigo un pañuelo conmemorativo del San Lorenzo campeón de 1933 y no faltaba a ningún partido, ya fuera de local o visitante.

Su amor por San Lorenzo nació de su fuerte convicción religiosa. Al enterarse de que el club había sido fundado por el Padre Lorenzo Massa, sintió que su lugar estaba allí, alentando con devoción y entusiasmo. Pero su pasión no solo se limitaba a la cancha: fue la líder de la popular platea femenina sanlorencista, una sección icónica en la tribuna del viejo estadio.

El apodo de “La Negra Petronila” se lo ganó por su admiración hacia Petronilo do Brito, el jugador brasileño que fue parte del San Lorenzo campeón de 1933. Su opinión futbolística era tan apasionada como certera: reconocía los puntos fuertes del equipo, pero también se lamentaba por la “yeta” que, según ella, perseguía a los Cuervos en determinados encuentros.

En una entrevista con la revista El Gráfico, Baldomera explicó su fanatismo: “Yo soy muy religiosa y un día en que estaba por hacerme hincha de un club, me enteré de que a San Lorenzo lo había fundado el Padre Lorenzo Massa. Bastó eso para decidirme. Después, influyó también su origen humilde, la simpatía que me inspiró don Pedro Bidegain, a quien recuerdo siempre, y ese coraje de San Lorenzo cuando se le grita: ‘¡Arriba! ¡No está muerto quien pelea!'”.

Además, en esa misma nota periodística se la describe con gran afecto: “Simpática la morocha, con un andar que lleva en el temblor reminiscencias de candombes. Con dos ojos que chisporrotean, una boca que grita ‘¡Arriba San Lorenzo!’; un vestido azul y rojo para no ocultar la divisa y una cartera en la que apretadito guarda un pañuelo de seda con el campeón de 1933”. A Baldomera le gustaba colaborar socialmente. Estuvo muy activa en los tiempos del presidente Enrique Pinto.

Baldomera O’Gorman fue más que una hincha; fue un pedazo viviente de la historia del club. En una época en la que el fútbol era dominado por hombres, ella rompió barreras y demostró que la pasión azulgrana no entendía de géneros. Su presencia, su fervor y su legado siguen siendo una fuente de inspiración para todas las mujeres que hoy llevan con orgullo los colores de San Lorenzo.

(Por F.Q.)

Sitio Oficial Peñas CASLA © 2025