Lorenzo Bartolomé Massa: el sacerdote que forjó el alma de San Lorenzo

En los tranvías y las fábricas, nació una de las instituciones más queridas del fútbol el corazón del barrio de Almagro, donde las calles aún conservan el eco de argentino: el Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Pero detrás de su fundación hay una historia que trasciende lo deportivo, una historia de fe, educación y comunidad que tiene como protagonista a un hombre excepcional: el Padre Lorenzo Massa. Sacerdote salesiano, educador y patriota, Massa no solo fue el fundador espiritual del club, sino también el artífice de un legado que sigue vivo en cada hincha que viste la camiseta azulgrana.

Este artículo recorre la vida y obra de Lorenzo Massa, desde su llegada al Oratorio San Antonio hasta su impacto en la comunidad de Almagro y Boedo, y cómo su visión transformó a un grupo de jóvenes rebeldes en una institución que hoy es sinónimo de pasión, identidad y solidaridad.

A principios del siglo XX, Buenos Aires era una ciudad en plena transformación. La oleada de inmigrantes europeos, principalmente italianos y españoles, había convertido a barrios como Almagro y Boedo en lugares de encuentro de culturas, pero también de tensiones sociales. Las calles estaban llenas de niños y jóvenes que, en lugar de ir a la escuela, trabajaban de sol a sol en fábricas o vagaban sin rumbo, expuestos a los peligros de la vida en la calle.

En este contexto, los Padres Salesianos, siguiendo el legado de Don Bosco, decidieron establecer un Oratorio Festivo en la calle México. Este espacio, inspirado en los oratorios de Turín, tenía como objetivo ofrecer a los jóvenes un lugar seguro donde pudieran jugar, aprender y formarse en valores cristianos. Fue allí donde llegó Lorenzo Massa, un joven sacerdote con una misión clara: educar a través del amor y el deporte.

Lorenzo Massa nació en 1882 en Morón, un pueblo de raíces criollas y tradición gaucha. Desde joven, mostró una vocación inquebrantable por el servicio a los demás. Ordenado sacerdote en 1907, fue destinado al Oratorio San Antonio, donde rápidamente se ganó el cariño de los jóvenes del barrio.

Massa no era un sacerdote convencional. Su lenguaje sencillo y su mensaje de “amor a la vida” lo hacían cercano a la gente. Como bien describe José M. Otegui en su libro “El Padre Massa, forjador de San Lorenzo de Almagro”, Massa “educaba como sacerdote, educaba como maestro, educaba como hombre”. Para él, un libro, un balero o una pelota de fútbol eran herramientas para transmitir valores como la disciplina, el respeto y la solidaridad.

En el Oratorio, Massa se encontró con un grupo de jóvenes liderados por Antonio Scaramusso, un muchacho de 17 años que soñaba con formar un club de fútbol. Estos jóvenes, en su mayoría obreros de una fábrica de canastos, jugaban en las calles y arroyos del barrio, improvisando canchas entre los tranvías y los hornos de ladrillos. Massa vio en ellos no solo talento deportivo, sino también un potencial enorme que, con la guía adecuada, podía transformarse en algo grande.

El 1° de abril de 1908, en una asamblea celebrada en el Oratorio San Antonio, se fundó oficialmente el club “Los Forzosos de Almagro”. Sin embargo, Massa no estaba del todo convencido con el nombre. Como relata Otegui, el sacerdote les dijo a los jóvenes: “El nombre de Forzosos da la impresión de fuerza bruta. ¿No sería mejor cambiarlo por uno que represente valores más nobles?”.

Fue entonces cuando Scaramusso propuso el nombre de San Lorenzo de Almagro, en honor al santo mártir y a la batalla de San Martín en San Lorenzo, Santa Fe. Massa apoyó la idea, añadiendo que el nombre también debía evocar “Dios y Patria”. Así, el 8 de abril de 1908, nació oficialmente el Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Massa no solo les dio un nombre al club, sino también un terreno para jugar y las primeras camisetas azulgranas. Como bien señala Otegui, “el padre Massa no solo ofreció un terreno para que los jóvenes jugaran, sino que les brindó un sentido de pertenencia y comunidad”. Este gesto marcó el inicio de una relación indisoluble entre el sacerdote y el club.

La influencia de Lorenzo Massa en San Lorenzo no se limitó a los primeros años. A lo largo de su vida, siguió acompañando al club en cada paso, desde la obtención del terreno en Avenida La Plata hasta la consolidación del equipo en la Primera División. Pero su legado va más allá de lo deportivo.

Massa fue un pionero en la educación a través del deporte. A través de los Exploradores de Don Bosco, una organización juvenil que fundó en 1915, formó a miles de niños y jóvenes en valores como el patriotismo, la disciplina y el trabajo en equipo. Estos exploradores, vestidos con uniformes que evocaban a los granaderos de San Martín, desfilaban por las calles de Buenos Aires, llevando consigo el mensaje de unidad y orgullo que Massa tanto promovía.

Además, Massa fue un ferviente defensor de la identidad argentina. En cada discurso, en cada clase, recordaba a los jóvenes la importancia de honrar a la Patria y a sus héroes. Como bien describe Otegui, “hasta con el fútbol, el padre Massa hacía Patria”. “Lo más sublime en el hombre es la paternidad. El padre Lorenzo, como sacerdote, renuncio a ella; pero espiritualmente tuvo un hijo: San Lorenzo de Almagro.

Este Club fue para Massa su gran pasión y debilidad. Lo vio nacer, lo ayudo a crecer, lloro y gozo con él. De cerca como de lejos seguía la trayectoria del Ciclón de Almagro.

Vivía intensamente sus victorias y sus derrotas. Los años 1933 y 1946, en que San Lorenzo se clasifico campeón, marcaron jalones de gloria para las barriadas de Almagro, para los viejos y para el padre Massa”. Estas fueron las palabras textuales del autor de tan valiosa biografía del reverendo escrita 1959. El 31 de octubre de 1949, Lorenzo Massa falleció repentinamente en su habitación del Colegio Pío IX. Su muerte conmocionó a toda la comunidad de Almagro y Boedo. Los jugadores de San Lorenzo salieron a la cancha con luto en su honor, y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decretó un minuto de silencio en todos los partidos de esa fecha. Pero Massa no se fue del todo.

Su visión de un club que uniera a la comunidad a través del deporte y la educación sigue siendo el pilar fundamental de la institución. Hoy, más de un siglo después de su fundación,

San Lorenzo no es solo un club de fútbol: es una familia, una identidad, un símbolo de lucha y esperanza.

Como bien resume Otegui, “sin Lorenzo Massa, no existiría San Lorenzo. Y sin San Lorenzo, la vida de Massa no habría dejado una huella tan profunda en la historia del fútbol y de Buenos Aires”.

El legado del Padre Massa es, en definitiva, el legado de un hombre que supo ver en el fútbol no solo un juego, sino una herramienta para transformar vidas.

(Por F.Q.)

FOTO DEL MURAL DEL GRUPO ARTÍSTICO EN EL ORATORIO SAN ANTONIO DEDICADA AL PADRE LORENZO

Sitio Oficial Peñas CASLA © 2025